7/21/2009

KI - KIAI



El significado de la palabra japonesa Ki, es particularmente complejo. Éste vocablo es uno de los más difíciles de traducir y comprender del idioma japonés. El término Ki, en chino Chi, es utilizado para expresar muchas ideas pero su traducción más corriente es, energía interna y energía universal y constituye otro de los principios fundamentales del Budo. Según la tradición oriental todas las fuerzas y energías que existen en el Universo tienen su origen en esta energía vital, el Ki. Esta fuerza invisible está presente en todas nuestras actividades y en todos los fenómenos del Universo. En la vida, la presencia del Ki es constante ya que sin Ki no hay vida. Es la esencia de toda fuerza y energía. En la medicina oriental se enseña que el Ki se manifiesta a través de dos tendencias, la expansión y la contracción, como dos movimientos opuestos y complementarios entre sí. La tendencia a la expansión recibe en japonés el nombre de In y la de la contracción el nombre de Yo. Es el equivalente de Yin y Yang de la filosofía taoísta china. Todas las manifestaciones de la naturaleza provienen de combinaciones de In y Yo. Procedente del Universo llega a la Tierra el Ki del Cielo. Es energía contractiva. Desde la Tierra emana el Ki de la Tierra. Es energía expansiva. El Ki del cielo penetra en el hombre a través de la cabeza y el ki de la Tierra, fundamentalmente por las plantas de los pies, en sentidos opuestos circular a través de la columna vertebral. En su recorrido, ambas energías se unen en diferentes puntos del cuerpo formando ciertos centros de concentración de energía. Desde esos centros energéticos el Ki circula por todo el organismo. A través de la respiración se puede absorber el Ki que se encuentra en el aire y así aumentar las reservas de Ki principalmente en el Hara o abdomen bajo. Se considera que el Ki tiene su origen en el tandem, éste es un punto situado detrás del ombligo, en el hara. Desde el Tandem el Ki circula por todo el cuerpo y sale al exterior a través del contacto que con una persona u objeto o puede disiparse en el aire. Esta proyección del Ki es lo que en japonés se denomina kime. El Kime es proyectar el ki desde el cuerpo, concentrando esta energía sobre un punto determinado para que esta energía pueda continuar aún cuando el golpe finalizó. En el Karate-Do se busca ejecutar cada técnica con kime, es decir aplicar en cada una de ellas la máxima potencia posible en un punto y en un momento determinados. La aplicación del kime en una técnica muchas veces va acompañada por kiai. El kiai representa un momento de máxima tensión, es el grito que surge del hara, el centro vital del hombre, situado en el bajo vientre. El Hara constituye el centro de gravedad y de él dependen la estabilidad y la dinámica de todas las técnicas y desplazamientos. La palabra japonesa Kiai está compuesta de dos términos: ki, energía y ai, unión. Por lo que se puede traducir como la unión de todas las energías físicas y psíquicas en un determinado momento. Con el kiai se busca dos objetivos fundamentales. Uno es lograr la aplicación total del kime a través del brazo o pierna que ejecuta la técnica en el punto atacado y descargar en él todo el Ki posible. Otro objetivo es lograr la vacilación del adversario.
En la tradición de las artes marciales japonesas, existen relatos que le confieren al arte del kiai, particulares alcances.
Siendo la correcta utilización del Ki uno de los objetivos de las artes marciales, es posible a través de una comunión entre el movimiento físico, respiración y concentración, desarrollar nuestro Ki, manejarlo a voluntad, generarlo, acumularlo y utilizarlo en nuestra actividad diaria.